Gran Selección

  • Fecha:
    21 de febrero 20:00h.
  • Sala: Sala Principal

Mundos sonoros en paralelo

“No diré nada de Chopin, porque su mundo es demasiado amplio”, le contó Igor Stravinsky a su colaborador Robert Craft. Sin dejar de ser fiel a sí mismo, el músico polaco dio un mayor vuelo a sus universos mínimos en los dos conciertos para piano. El segundo (cronológicamente el primero), compuesto a los 19 años, llega al Maestranza bajo los dedos de una autoridad en la materia, Seong-Jin Cho, ganador del Concurso Chopin de Varsovia en 2015.

La primera música de Stravinsky que occidente conoció se basaba, precisamente, en Chopin: la orquestación de dos piezas que Diaghilev, director de los Ballets Rusos, incorporó a Las Sílfides. El músico ruso abre el programa de la London Symphony Orchestra con el divertimento extraído del ballet El beso del hada, un homenaje a “la musa de Tchaikovsky”, partitura bañada de magia y delicadeza.

En la segunda parte, Sir Gianandrea Noseda demostrará su gran clase con la obra que, en el París de Diaghilev y Stravinsky, servía de santo y seña a los Apaches, la pandilla en la que militaba Maurice Ravel. La segunda sinfonía de Borodin es la obra de un maestro. Bautizada como “Heroica” por su autor, explica por sí sola la fascinación por lo ruso en occidente al comenzar el siglo XX.

 

Programa
Igor Stravinsky, Divertimento de El beso del hada
Frédéric Chopin, Concierto para piano nº 2 en fa menor, op.21
Aleksandr Borodín, Sinfonía nº 2 en si menor, op.5

  • Dirección musical: Sir Gianandrea Noseda

London Symphony Orchestra

 

© John Davis

  • Piano: Seong-Jin Cho

Acerca de la London Symphony Orchestra

Fundada en 1904 como una de las primeras orquestas creadas por sus músicos, generaciones de notables talentos han forjado su reputación de calidad, ambición y compromiso para compartir la música con todo el mundo.

Acerca de Sir Gianandrea Noseda

Seguramente uno de los directores de orquesta más eclécticos y prolíficos que podemos disfrutar en la actualidad, es reconocido mundialmente por su presencia tanto en las salas de concierto como en los grandes teatros de ópera.